Rico, fácil, sencillo y auténtico, que mi cuñada Ingrid es mexicana y es quien me la ha dado, es mucho más escueta en ingredientes que otras que hay por ahí, les invito a probarlas porque estoy segura de que les sorprenderá.
Sancochamos (guisamos) en agua y sal una pechuga de pollo.
Mientras sofreímos media cebolla picadita fina, cuando esté le agregamos o bien dos tomates picadísimos o más fácil un bote de “Tumaca” que no es más que tomate natural triturado con sal y aceite, la venden de la marca Carrefour y también de la Hacendado con lo cual es muy fácil de conseguir.
A todas estas escurrimos bien la pechuga y con ayuda de un tenedor y un cuchillo la vamos desmenuzando en hilas o bien la metemos por tandas en la picadora de la batidora y la trituramos.
Mezclamos la pechuga con el sofrito y añadimos un poco de tomate frito, no ha de quedar con salsa, sólo que coja un poco de color, añadimos un poco de sal, pimienta negra y ají molido (lo compré en el Carrefour) pero que no cunda el pánico ni lo usen como excusa para no hacer la receta que perfectamente sirve un trocito de pimienta de cayena.
Le damos unas vueltas en la sartén y ponemos un poquito de relleno en las típicas tortillas de trigo mexicanas (las hay de la marca Bimbo, Carrefour, Old el Paso…)
Enrollamos la tortilla y ya podemos comerla, pero le da un toque muy bueno pasarlas por la sartén vuelta y vuelta con un hilito fino de aceite.
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