Este año estuve de vacaciones en Sevilla, me encantó su gastronomía, qué bien se come en Andalucía. El caso es que probé por primera vez el salmorejo con pan y jamón serrano tipo bocadillo, aunque lo típico es comerla como una sopa fría tipo gazpacho, de hecho su elaboración es muy parecida.
En el vaso de la batidora ponemos cuatro tomates maduros pelados y sin semillas, un pan duro troceado, medio diente de ajo, la puntita de una cucharilla de sal gorda, una cucharada de vinagre y un poco de aceite de oliva, batimos bien y seguimos echando poco a poco más aceite. La idea es que quede espesa, más que el gazpacho.
El vinagre ayudará a conservarlo unos días.
Lo podemos tomar untando un pan con él, poniendo unas lonchas de jamón serrano y tendremos un delicioso bocadillo, si lo pasamos por la plancha mejor que mejor.
También lo podemos tomar como una sopa fría con huevo duro picado encima y con un poco de jamón serrano también por encima.
Otra manera de comerlo es pinchando con un tenedor unos trocitos de pan y mojándolos en el salmorejo como si fuera una fondue. De cualquiera de las maneras está buenísimo.
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